Agradecimientos

Quisiera agradecer infinita y eternamente a mi familia, amistades, colegas y todas aquellas personas e instituciones que me han acompañado a lo largo de este largo camino haciendo posible que este proyecto culmine y se haga realidad. Cada uno ha aparecido y ha estado en el momento preciso, de manera puntual o en forma continua, cada uno ha cumplido una significante e importante misión: las palabras, el apoyo, la colaboración, la ayuda desinteresada, las ideas, los recuerdos, los datos, los consejos, sobre todo el gran cariño y amor. Son tantas personas queridas que en estos momentos históricos, en pleno s. XXI donde el tiempo es tan escaso y concentrado en la tecnología, me evocan la palabra de Esperanza y Fe en la riqueza del ser humano, en su potencial intrínseco de querer dar y abrirse espontáneamente sólo con el ánimo de apoyar y colaborar, entregar y entregarse. Me han enseñado la humildad en aceptar su ayuda llanamente y también en atreverme a pedirla, a confiar y reflexionar en la trascendental importancia que tienen los vínculos familiares, amistosos y sociales para sobrellevar las dificultades, los apremios y sufrimientos tras dos arduos años de investigación a contrapelo, como fue vivir la muerte de mi querido padre en pleno desarrollo del proyecto. A mi padre debo la mirada soñadora y emprendedora, en ideas que pueden parecer imposibles, de luchar contra corrientes, enfrentar la vida con optimismo y espíritu inquieto que tanto lo caracterizaron a lo largo de su vida y su trabajo, creativo y siempre con su alma de artista, quien vivió y murió soñando, con talento para la pintura, el canto y el baile que nunca desarrolló profesionalmente.

La lista de agradecimientos es muy larga, sin embargo, no puedo dejar de mencionar a aquellos que me empujaron a postular y me ayudaron en el proceso y que estuvieron en la génesis del trabajo. A mi hermano Jaime Vela, gran apoyo, guía y colaborador en todo sentido, que ha creído en mí y nunca dudó en apoyarme. Mi hermana María Jesús Vela, que con entusiasmo se comprometió de principio a fin y que con su trabajo creativo, inteligente, meticuloso, pulcro, dedicado e incansable, investigó con gran amor y entendió profundamente como plasmar el proyecto; a mi amiga y colega Carolina Stuven, quien reapareció en mi vida para apoyarme y acompañarme incondicionalmente desde el inicio a seguir en el camino de las danzas antiguas; a mi amiga y colega Laura Garrido, que me insistió enérgicamente en que debía postular, me orientó con gran inteligencia y su espíritu de ayuda permanente dio luces fundamentales para aportar a la danza. También a quienes firmaron las cartas de apoyo y compromiso con el proyecto haciéndolo posible, al jurado del Consejo nacional de la cultura que vieron la importancia y urgencia de rescatar este legado, al equipo de supervisores, especialmente a mi supervisora Heny Roig.

Por último, quisiera destacar y agradecer el espíritu incansable y profesional que tuvo mi equipo, el esfuerzo, voluntad, búsqueda de la excelencia, amor a la belleza y paciencia en aceptar constantemente las correcciones, los cambios y las dificultades enfrentadas, en captar la esencia y espíritu de Sara Vial y el Taller de danzas antiguas, quienes ante todo trabajaron con gran pasión involucrándose más allá de una formalidad institucional, dedicando incalculables horas al trabajo.

Detrás de este proyecto está el respaldo, acompañamiento y apoyo de cada uno de ustedes que da para escribir un libro...

A Elizabeth Aldrich, agradezco infinitamente su receptividad y generosidad para entregar sus conocimientos en largas conversaciones y el obsequio de sus libros que fueron claves para el proyecto. A Pedro Sánchez, agradezco su sensible y detallada orientación y colaboración sobre la vida de Sara, sumado a su valioso registro fotográfico. A las diferentes generaciones del Taller de danzas antiguas, que participaron con sus testimonios y sus registros fotográficos, de programas y de prensa y especialmente agradezco a quienes dedicaron invaluables horas en ayudarme a sacar adelante este proyecto, Astrid Ellicker, Jacinta de Castro, Magdalena Barros, Marcia Escobar, Rafael Rojas, Patricia Carmona y destacar la generosidad de Pía Donoso al facilitar su bella sala para realizar el cónclave y los ensayos.

A los músicos antiguos de diferentes generaciones del IMUC agradecer que han colaborado enormemente con sus testimonios, sus asesorías y sobre todo su presencia para interpretar la pavana Belle qui tiens ma vie en homenaje a Sara Vial, especialmente a Octavio Hasbún, Sergio Candia, Gina Allende, Alejandro Reyes y Verónica Sierralta y a Antonia Sánchez del conservatorio de U. de Chile. No puedo dejar de mencionar a mis queridas amigas de colegio que me han apoyado y aportado materialmente para realizar el evento de lanzamiento. Y también a mis queridas amigas de la vida que en diferentes aspectos me han ayudado tanto.