¿Cómo transmitir y registrar en aquellos tiempos pre-fílmicos la complejidad de tantos eventos simultáneos que involucran a un cuerpo al momento de bailar?
La danza ha sido el arte más complejo de registrar debido a su vulnerabilidad manifestada en el cuerpo como el instrumento de trabajo en sí, que padece cambios constantemente. El bailarín, humanamente se ve afectado en cada presentación de danza en todas sus dimensiones, tanto corporales, mentales, como espirituales y a esto se suman las circunstancias involucradas de tiempo y espacio, puesto que sucede siempre en un instante efímero y en un lugar escénico que no siempre es el mismo. Y si la música la acompaña en vivo, también se ve afectada por sutilezas del tiempo, ánimo y otros factores musicales de su director e intérpretes.
Por esto, para la disciplina de la danza es trascendental el momento en que se comenzó a registrar por escrito cada coreografía con su nombre, de los pasos, las figuras espaciales, número de bailarines y su línea melódica en forma de tratado, definido como: escrito o discurso de una materia determinada. Se debe considerar que estos tratados pertenecen a la época de la retórica, entendida como el arte del buen discurso. Así se ha podido conservar y reconstruir las danzas antiguas cortesanas europeas con una cierta fidelidad histórica a su ejecución estilística.
En los tratados antiguos, sus maestros dejaron de manifiesto su amor a la danza, su importancia, sus beneficios y las reglas de comportamiento social cortesano esperados. El cuerpo era considerado poderoso instrumento de comunicación y carta de presentación, por lo tanto, saber bailar bien era indispensable para ser aprobado y admirado. La danza era altamente reconocida y contaba con un sitio privilegiado dentro de la sociedad cortesana europea. Varias danzas que provenían del pueblo eran adaptadas y refinadas para los cortesanos.
La forma en palabras en que se documentó la danza antigua, fue evolucionando junto con la dificultad de la técnica. En el quattrocento eran manuscritos de ejemplares casi únicos, obra de los maestros de danza de aquella época, algunos muy difíciles de descifrar caligráficamente. Las danzas eran más simples, existían pocos pasos, su descripción y explicación es vaga. En el Renacimiento tardío, los tratados de danza fueron impresos, lo que permitió su mayor difusión entre los diferentes países de Europa. Si bien, la caligrafía era más legible, los pasos y los movimientos más complejos, virtuosos y elaborados, respecto al siglo anterior y al francés de Arbeau.
L'Art et instruction de bien danser
(Michel Toulouze, Paris)
Facsimile, ca. 1496.
En el Barroco se inventa un sistema de notación de danzas y de pasos sobre la base de signos y símbolos cartesianos de gran complejidad, que exige profesionalismo para descifrarlas y bailarlas virtuosamente. Técnicamente se incorpora el uso del movimiento de los brazos en coordinación con las piernas, lo cual se explica en palabras en el documento Le maitre a danser del francés Pierre Rameau de gran ayuda y complemento para comprender la intención y modo de ejecutar los movimientos.
Pese a los avances tecnológicos que permiten reproducir otras técnicas de danza, las antiguas no se pueden enseñar ni aprender sin recurrir a los manuscritos del Renacimiento o al sistema Feuillet del Barroco para bailar una coreografía. Pues se necesita obligadamente el conocimiento teórico de estas ellas para ser interpretadas. También es interesante observar que el sistema de notación de Laban creado para la danza moderna, ha sido instrumento importante y enriquecedor para la comprensión de las danzas antiguas en cuanto a sus cualidades de movimiento descritas en palabras. El sistema de notación Feuillet no se aplica a otras técnicas y es propio de su época.
Por lo tanto, la vocación de un bailarín contemporáneo, exige pues investigar con un sentido de fidelidad no sólo en los tratados, sino también en los variados aspectos involucrados y además reflexionando el porqué se manifestó de un modo en particular para trasmitir así su sentido profundo al espectador y transportarlo vívidamente al pasado.
De izquierda a derecha:
1) Domenico da Piacenza (1390 - 1470).
Maestro de ceremonias, coreógrafo y
compositor italiano autor de "De arte
saltandis et choreas ducendi".
2) S. XVI: Fabritio Caroso,
italiano escribe Nobilità di Dame
(1600).
3) S. XVII: Raoul Feuillet,
Choregraphie Tratado con signos
para leer la danza con sistema de
Notación Feuillet 1700.
¿Cómo se puede interpretar y sentir una época desde el movimiento corporal de la danza? ¿Cómo hacerla más comprensible y atractiva para esta época contemporánea?
La maestría que logró Sara Vial con su Taller de Danzas Antiguas buscando atraer y conquistar al espectador contemporáneo, tuvo que ver con indagar tanto en la historia socio cultural de la época como en trascender místicamente en su contexto. Este fue un ejercicio revelador y fundamental para la comprensión de una dimensión más elevada del ser humano. Mientras más fiel la reposición de las danzas antiguas, más renace el espíritu inmortal de su época.
Sara Vial, como se mencionó, no sólo se cuestionó sobre el contexto histórico y el pensamiento, sino que además observó cómo la arquitectura del vestuario de cada época tiene un sentido e influye lógica y armónicamente en la manifestación de sus danzas. Al momento de elaborar la historia de la danza, los cuerpos que bailan son cuerpos vestidos. Más aún, en nosotras sus bailarinas, causaba impacto la experiencia de pasar de un pantalón de buzo liviano y cómodo, ropa de training moderna a un vestuario de época de gran peso, volumen, largo hasta los pies y rigidez por el uso de corsé, el cual implica un cambio trascendental, una transformación en la disciplina y esfuerzo para el dominio del equilibrio con una actitud corporal diferente. Surge por lo tanto, un rol asignado al vestuario que invita a jugar e interpretar casi naturalmente el comportamiento social de la época. He ahí la importancia de su uso en la reconstrucción e interpretación de estas danzas. Sin embargo, más allá de esta fidelidad a la historia, en el año 1987, Sara, en su espíritu inquieto, comentaba su sueño de realizar un montaje todo con ropa interior blanca de época para mostrar la arquitectura del traje, pudiéndolo llevar a cabo recién en 1997, en su última obra Invitación a la danza.
Arriba: El minueto, por Kellom Tomlinson, 1735.
A la izquierda: Ballerini Milanesi del 1580, che
danzano la gagliarda, cavati dall' Opera di Cesarae
de Negri, Cagnoni sc., ca. 1775.
Abajo: Siglo XV: Guglielmo Ebreo da Pesaro, Liber
Ballorum (1460). De Pratica seu Arte Tripudii.
Discípulo de Domenico da Piacenza.
Otra parte relevante y fundamental que aparece en los tratados de las danzas antiguas, es la importancia otorgada a la relación entre danza y música. A lo largo de las épocas involucradas, considerando siempre esta relación indisoluble, se pueden observar los cambios sutiles que se fueron produciendo. En este sentido, el estudio de esta relación, podría enriquecer los lenguajes de danza contemporánea en su vinculación con la música e incluso llegar a comprender aspectos de la evolución del pensamiento humano en cuanto a las diferentes relaciones que ha establecido el hombre con los otros seres humanos y con un Dios creador del Universo.
En los primeros manuscritos, se manifiesta la búsqueda del danzar en armonía con el cosmos, con los movimientos del alma como expresa Guglielmo el Ebreo. Los bailarines debían ser reflejo del universo y los movimientos de la danza debían suceder en armonía y concordancia a la música. En Le Manuscrit dit des basses danses o Basses dances e Marguerite d´Autriche , aparecen anotadas en la partitura musical en línea, debajo de la melodía, los pasos de danza. En cambio, en los tratados del s. XVI, la danza descrita en palabras aparece al lado y en relación a sus partituras musicales, resaltando la riqueza y el desafío para la danza entendida como una retórica muda, como bien lo expresa Thoinot Arbeau, que implica interpretar con zapateos, patadas y pasos más enérgicos, los diferentes ritmos musicales que debían manifestarse y hablar de lo mismo en absoluta coherencia y coordinación. En las relaciones humanas resalta el desafío, las conquistas y las diferentes emociones, ya ira, ya amor, según Arbeau y la armonía con el cosmos ya no se menciona, la relación es en la tierra y la mirada en el hombre dejando en segundo plano a Dios celestial. En el Barroco, época de la razón, la danza pasa a ser la protagonista en su anotación, tomando el espacio que necesita para expresarse, al centro de la página, considerada como escenario, la lectura en sistema de notación Feuillet, en signos científicamente codificables. Como disciplina razona y se independiza de la música, que siendo muy importante la relación música-danza, se torna más compleja y la música aparece como una acompañante. En el Traite de la cadence, se establecen las normas para adaptar un paso ya sea a tiempo binario o ternario, con lo cual de alguna manera se refleja ese cuestionamiento que surge en torno a lo establecido como ley indisoluble entre danza y música, aparece sutilmente los atisbos de lo subjetivo, lo relativo, lo adaptable a las circunstancias, dentro de los límites, se amplían en esta compleja relación. Con respecto a lo anterior, El Discurso del Establecimiento de la Academia Real de Danza (1663), comienza con el siguiente planteamiento:
DISCURSO ACADÉMICO para demostrar que la Danza,
en su aspecto más noble, no requiere instrumentos musicales
y ciertamente es del todo independiente del Violín.1
Ilustraciónes de danza, postura y gestualidad, Notación Feuillet 1700.
A la Izquierda: Tratado S. XV: Basses danses dites de Marguerite d'Autriche. Documento original escrito en papel negro grueso con tinta en oro y plata.
Abajo:
1) Valioso documento Orchesographie del clérigoThoinot Arbeau de 1589: primera imágen que muestra la relación entre música y danza presentando la partitura en forma vertical.
2) Representación de los músicos y bailarines.
En sus palabras, se puede deducir como las artes de la danza y la música independizadas entre sí en el Barroco, se relacionan y trabajan de una forma más compleja, desde una riqueza y aporte en conjunto, pero independientes, se desea la independencia, la libertad, la individualización. En la época de Descartes, del racionalismo que se independiza de la espiritualidad, nuestra razón ordena al cuerpo, y el cuerpo desafía las leyes físicas, la fuerza de gravedad.
En esta relación del Barroco entre música y danza, de cómo adaptar un mismo paso a los diferentes ritmos y, que además en un compás musical binario, puede haber hasta cuatro gestos o avances de las piernas e incluso, desglosarse dos pasos, Sara disfrutaba viendo como cada una de sus bailarinas, abordaba la cadencia según su temperamento. Lo importante era comenzar y terminar a tiempo cada compás.
En la época contemporánea, la relación entre música y danza va desde la relación de unión con el ritmo hasta una relación rupturista, antagónica y desafiante, es decir, hoy, esta relación no tiene reglas como antaño, depende más de la relación propia que cada coreógrafo da a su obra, cómo y desde donde la enfrenta, siendo específica de cada una, lo cual se relaciona con la época del relativismo que se está viviendo.
A la Izquierda: “The dancing-master: or, The art of dancing explained”. Pierre Rameau. Published 1728.
A la izquierda: ilustraciones de Feuillet para explicar la relación entre música y danza.
Abajo: La poética del espacio.Estudio del espacio por Rudolf Von Laban, ejemplo del kinetograma en la escritura de la danza.
Existe más de una diferencia en relación al cuerpo en el espacio, al otro y los otros. Desde la entrada al salón, todo estaba bajo normas del buen comportamiento y las coreografías en base a diseños geométricos. Se mantenía una distancia y espacio prudente con los otros y los diseños espaciales estaban al servicio del propósito social de las danzas manteniendo la relación visual con la pareja en un constante dialogo sin palabras. Mantener una distancia prudente y proporcional con cada uno era fundamental. Influye también el pensamiento de la época de carácter religioso y el vestuario por su gran volumen. El cuerpo tenía un control y límites muy marcados espacialmente en los movimientos, el contacto físico entre un hombre y una mujer era sólo de manos y en el Renacimiento cuando se tomaba a la mujer en brazos desde la cintura para la volta era escandaloso. En el Barroco no habían tomadas en brazos y sólo contacto de manos. Hoy día se puede observar un acercamiento sin límites en la relación corporal con los otros bailarines, el contacto físico es un viaje por el cuerpo del otro y los roles son igualitarios, los diseños espaciales y la distribución del número de bailarines son infinitos respondiendo a la necesidad y creatividad del coreógrafo.
El conocer e investigar los tratados de danzas antiguas europeas entregan luces sobre la percepción de esta y nos permite observar la evolución estilística hacia la técnica académica e incluso hasta nuestros días, desde la manera en que ha sido registrada, otorgando diferentes lecturas y permitiendo realizar análisis que nos dan respuestas profundas sobre la manifestación de la danza en su historia. Aunque sólo se ha reflexionado en torno a ciertos aspectos involucrados, como la manera en que ha sido registrada la danza, el cuerpo desde su vestuario y desde su relación con la música, y su relación espacial, también se pueden considerar en un futuro análisis otros temas comprometidos de las cualidades de movimiento sobre esta evolución. En la cúspide de los siglos de la historia de la humanidad, en la que nos situamos, cabe cuestionarse y plantearse desde una mirada más distante y panorámica, desde otras perspectivas y disciplinas, cómo responder a infinitas interrogantes que surgen: ¿cómo hemos valorado nuestra disciplina de la danza? ¿cuál es la importancia de preservar la historia de la danza en nuestros días? ¿dónde y cuándo lograr posicionar espacios para la danza? y ¿cómo crear la necesidad de ver danza?
La preservación de la danza ha sido compleja. Mientras más antigua, más complejo es el ejercicio de interpretarla tal cual era. La palabra “auténtica” no debe ser utilizada: tal es la conclusión de la investigadora norteamericana Elizabeth Aldrich cuando reflexiona sobre su experiencia en la interpretación de las danzas históricas y en su calidad de investigadora de historia de la danza. Las condiciones de los cuerpos no son las mismas, todo es diferente, y los cuerpos en continuo movimiento expresándose en el espacio, donde cada momento es único.
Cabe destacar que con la sílaba re comienzan varias palabras que conforman el particular tema sobre la preservación de la danza como el arte que vive el “momento”. Es responsabilidad nuestra, como profesionales de la danza, frente a su historia, de velar, resguardar y dar valor a nuestro arte respetando y manteniendo sus diferentes estilos dejando de lado los prejuicios. Reconstrucción, reposición, reconstitución, recreación, representación, reestreno, remontaje y reenactment, son las palabras que aparecen muy a menudo y, especialmente, en los últimos años cuando se piensa en mantener vivo el patrimonio de la historia de la danza arriba del escenario. El ecuatoriano Fabián Barba quien visitó la Facultad de Artes de la Universidad de Chile el año 2014, plantea la activación de un acto, considerando al cuerpo como un archivo que guarda conocimientos, que está vivo, se mueve, se transforma, se modifica y cambia. El cuerpo activa la historia y le da vida, se reactiva, por eso, el término de reenactment. Lo interesante es observar cómo cada persona, según su experiencia, busca los recursos para responder a sus interrogantes y sus necesidades de expresión. La temática del archivo, la memoria y las palabras que comienzan con re, ha cobrado mucha importancia en los últimos tiempos. ¿Será que se necesitan los lenguajes, los fundamentos y argumentos de antaño, ya que entregan otros aspectos del ser humano? Es por lo tanto fundamental para el arte de la danza su preservación tanto en libros, testimonios, registros, pero, ante todo en su particular necesidad de ser representada en vivo. Han surgido nuevas tendencias creativas y novedosas en torno a cómo se abordan variados elementos de la historia de la danza. Esta tiene volumen y perspectiva, con lo cual es importante rescatar todo aquello que sea motivo de inspiración desde diferentes ángulos. La condición del artista es creativa, creadora, capaz de imaginar, plasmar y de evocar el pasado transformándolo en una nueva mirada, en una nueva obra que transmita un mensaje. Es la capacidad sobre todo de hacer emprender los más locos y grandes sueños gracias a las características antes mencionadas. Así, la historia de la danza debe mantenerse a lo largo de los siglos.
De izquierda a derecha:
Procession for the wedding (February 14, 1613) of. Elizabeth Stuart to Frederick V.
The art of dancing explained by reading and figures: whereby the manner of performing the steps is made easy by a new and familiar method, 1735, by Kellom Tomlinson. Houghton Library, Harvard University.
Video documental
"Le gratie d'amore", una co-producción del Taller de Danzas Antiguas y Court Dance Company de Nueva York. Obra filmada por Eduardo Tironi y su equipo de Filmocentro. Al día de hoy, gracias a la gestión de la profesora Aldrich, esta filmación está disponible en las principales universidades norteamericanas que tienen programas de danza y sigue siendo utilizada en la enseñanza de historia de la danza ya que es considerada un documento invaluable en materia de danzas del Renacimiento.
¿Cómo concebir, actualmente una visión de la danza, sin esta padecer la separación a la que generalmente se ve afectada producto de una falta de conocimientos entre sus diferentes estilos?
Si tomamos la obra de Sara Vial, desde su investigación en las danzas antiguas y su experiencia en la moderna y contemporánea; se valora y rescata su visión de la danza como parte de un todo, donde los diferentes estilos y técnicas puedan dialogar, enriquecerse, complementarse y no descalificarse, es decir, se comprende en profundidad el origen de sus diferentes manifestaciones para constituir una herramienta que logre un resultado no sólo bello sino sublime:
Lo que importa es lo que transmite el bailarín. Lo técnico siempre se puede aprender, pero el misterio de la danza está en la interpretación, y eso exige poner el alma.2
La existencia del hombre tiene riqueza y sentido en cuanto descubre que tiene espíritu y alma que trascienden su cuerpo físico y que sí fue creado con un fin sobrenatural. El sentido de bailar es profundo y una necesidad inherente al hombre. Al expresar aquello intangible de su cuerpo físico y espiritual, se comunica con otro ser, otra alma que es otro bailarín, su pareja, el cuerpo de baile, el público, porque bailar frente a otro es establecer un vínculo, un entregarse por completo en el escenario por amor y pasión al arte de bailar. La figura de Sara nos compromete en cada intercambio o diálogo entre elementos que en general, se perciben como antagónicos, los cuales para ella deben confundirse e intuirse como un caudal de movimiento provenientes de un mismo manantial: el alma de la persona. Esto es lo propio del ejercicio de la danza. El legado así, bajo estas características, es vivo y es admirable, como una luz que inspire y cause el deseo de seguir este camino pedagógico, metodológico investigativo con el componente del amor, la paciencia, la fidelidad y la humildad. En vistas de encontrar un impulso y luces. Para finalizar este trabajo sobre la obra de Sara Vial aludiendo a la misión del artista he encontrado las siguientes palabras:
En contacto con las obras de arte, la humanidad de todos los tiempos –también la de hoy– espera ser iluminada sobre el propio rumbo y el propio destino (…) Ya en los umbrales del tercer milenio, deseo a todos vosotros, queridos artistas, que os lleguen con particular intensidad estas inspiraciones creativas. Que la belleza que transmitáis a las generaciones del mañana provoque asombro en ellas. (…) Los hombres de hoy y de mañana tienen necesidad de este entusiasmo para afrontar y superar los desafíos cruciales que se avistan en el horizonte. Gracias a él la humanidad, después de cada momento de extravío, podrá ponerse en pie y reanudar su camino.3