Foto de portada: Función La Pellegrina año 1979 (archivo: Jacinta de Castro y Sonia Araus).

El Taller de Danzas Antiguas fue, en su trayectoria desde 1976 hasta 2005, un espacio de libertad, encuentro, respeto y crecimiento integral dentro de la escena artística nacional donde se congregaron numerosos intérpretes de diferentes disciplinas como actores, músicos y bailarines, en un continuo tránsito de entradas y salidas, pero siempre con un sólido elenco de base.

Fueron años de rigurosos y disfrutados ensayos para lograr un oficio que se plasmó en funciones que transportaban al público al pasado. Con danza y música en vivo, vestuario de época, escenas teatrales y comidas a usanza, el taller se presentó en importantes escenarios, destacando el Museo de Bellas Artes, Instituto Cultural de Providencia, Teatro Oriente, Teatro Municipal de Santiago, Universidad Católica de Chile, Teatro Baquedano, Caja Compensación los Andes y Göethe Institut, además de numerosas universidades, colegios, jardines y plazas recreados para la ocasión.

En regiones se presentó principalmente en los Encuentros Corales de Villarrica, en los teatros municipales de Viña del Mar, Valparaíso, Temuco, Concepción, Frutillar y en la Universidad de Talca. Además, se realizaron múltiples seminarios y encuentros dictados tanto por Sara Vial como por profesionales de otros países.

El taller se abocó a desarrollar su proyecto artístico según el orden cronológico: siglos XV, XVI y XVII. En ese sentido, la primera etapa, marcada por la escasez de recursos bibliográficos, estuvo cruzada por la novedad y curiosidad de querer investigar y descubrir cómo se bailaban esas danzas a fines del siglo XV. El resultado: la puesta en escena de la obra titulada La Pellegrina, con Hipólita Sforza como personaje inspirador. En una segunda etapa, con una bibliografía ampliada y una suma de nuevos conocimientos por los seminarios de especialización en el extranjero, la investigación estuvo centrada en las danzas del siglo XVI, época de la Reina Isabel I de Inglaterra, con su obra más importante: Le Gratie d´amore. Finalmente, en la tercera etapa, la investigación estuvo focalizada intensamente en las danzas barrocas pertenecientes al siglo XVII, representadas en la extravagante figura del Rey Luis XIV, y la riqueza del texto Circe y el pavo real. Con la obra Homenaje a Rameau y Danzas cortesanas de Weaver. Finalmente su última obra Invitación a la danza que comprendió su visión de las tres épocas.

A la Izquierda: Gregorio Fassler, Jacinta de Castro y Sara Vial en primer plano (archivo: Pedro Sánchez).

Abajo: Sara Vial y Jacinta de Castro en La Pellegrina, Cepal año 1979 (archivo: Camila Sánchez).

En 1976, Sara Vial estando vinculada a la música antigua como cantante coral e interesada en cómo se bailarían esas danzas, convocó a una reunión a Bárbara Uribe (bailarina), Jacinta de Castro (música y danza) y Claudia Berger (música), para compartirles su deseo y determinación de formar un grupo de danzas antiguas basado en un trabajo colectivo, de investigación y experimentación; de ahí su nombre Taller de Danzas Antiguas. Durante dos años se juntaban en una casa a investigar y practicar los pasos por largas horas. Nunca habían visto bailar danzas antiguas y sin tener ningún otro referente, que el tratado escrito de Thoinot Arbeau, “encontrado en un baratillo por diez pesos”1, buscaron lograr sacar a la luz un paso descrito en palabras, para poder llegar a recrear e interpretar una coreografía.

Chile fue el único país de Latinoamérica dedicado sistemáticamente a las danzas antiguas acompañado de diferentes agrupaciones musicales. Se puede decir que se generó un movimiento producto de la inquietud, el encantamiento y fascinación que produjo en los músicos comprometidos. Así fue como un 22 de noviembre de 1977, día de Santa Cecilia, se fundó La Sociedad Chilena de Música Antigua (SCHMA), con el propósito de promover y difundir la música comprendida desde el Medioevo alto hasta Barroco. Una de las actividades que tuvo importantes logros, fueron las Jornadas de Música Antigua que contó con la participación de importantes visitas internacionales.

Arriba: Ensayos de la primera etapa en casas: Margarita Marambio, Patricio Carreño y Gregorio Fassler (archivo: Pedro Sánchez).

En enero de 1978, la segunda jornada contó con la destacada presencia y dirección del flautista inglés Edgard Hunt. Para la ocasión, Octavio Hasbún pidió a Sara Vial que el taller mostrara unos branles y pavanas quedando fascinado Hunt con el trabajo de investigación realizado en Chile. Comenzó así una interacción con las eminencias del extranjero expertas en danzas antiguas generándose una apertura de horizontes con respecto al conocimiento y riqueza de los pasos técnicamente más exigentes y los comienzos de la investigación en las danzas campesinas inglesas del Barroco.

III Jornada de música antigua en el Instituto Cultural de Providencia, asistentes al seminario con Jack Edwards.

Arriba: Octavio Hasbún junto a Sara Vial en reverencia.

A la Izquierda: Alumnas de Jack Edwards en los jardines del antiguo Instituto Cultural bailando un branle, entre ellas se distingue a Sara Vial y Malucha Solari (archivo: Pedro Sánchez).

En enero de 1979, la tercera jornada, fue sobre “La Danza Medieval y Renacentista, su música y su entorno cultural”, dirigida por Jack Edwards, director de Opera Restor´d proveniente de Inglaterra. Al final de cada día se realizó una mesa redonda encabezada por Jack, Romolo Trebbi y Gastón Soublette. Contaron con el apoyo de las dependencias del Instituto Cultural de Providencia, donde participaron numerosos artistas y docentes, de las universidades Católica y de Chile, entre los cuales resaltaron las bailarinas Malucha Solari, Bárbara Uribe, Sara Vial y Octavio Hasbún en música. Terminó con una inolvidable y bella función en los jardines del Instituto.

En julio del mismo año, Sara Vial asistió por primera vez a un seminario al Castle Hill Early Dance and Music Weeks en Ipswich, Massachussets invitada por Elizabeth Aldrich, con quien entabló una estrecha relación de amistad y trabajo, que impulsó la profesionalización del taller y su especialización en las danzas del siglo XVI. Allí vió danzas del siglo XV, con la dra. Ingrid Brainard; del siglo XVI, con Charles Garth y del siglo XVII, danza barroca, con Catherine Turocy y Anne Jacoby, además de la práctica de música vocal con expertos de los tres siglos.

Ese año, el taller se presentó en diferentes escenarios con la obra de La Pellegrina, destacándose especialmente la función realizada en el Museo de Bellas Artes, con ocasión de una exposición de dibujos renacentistas y un ciclo que reunió varias disciplinas artísticas: artes plásticas, conciertos, danzas, cine y conferencias realizadas por el destacado historiador del arte y arquitecto, Romolo Trebbi. En ella participaron 14 bailarines.

Sara Vial y Gregorio Fassler en la función de cierre de la “III Jornada de música antigua”, en los jardines del Instituto Cultural de Providencia.

En abril de 1980, Jack Edwards visitó por tercera vez el país por tiempo más prolongado, para dictar un seminario que duró tres semanas y confeccionar vestuarios costumbristas para el Taller de Danzas Antiguas en el Instituto Cultural de Providencia, convirtiéndose en una de sus principales figuras de las actividades culturales. Oriana Gómez cooperó en la gestión de esta labor y fue todo un acontecimiento que aún recuerda junto al taller de como en los subterráneos de la casona antigua, Edwards desplegó todos los géneros que se consiguieron y comenzó a combinarlos para cada traje, entre retazos, piezas de felpas, terciopelos y tapices. Lo que sorprendió a todos fue que no tomó medidas y con sus tijeras cortaba certeramente las piezas de género para los complejos vestuarios, todos cocidos a mano. Han sido los trajes más perfectos y adaptables a los diferentes cuerpos de sus bailarines. En esta visita, se realizó un importante programa especial titulado “Danzas cortesanas y campesinas” para la franja cultural de TVN dirigido por Paulina Fernández. El montaje de las danzas y puesta en escena fueron realizadas por Jack Edwards y el Taller de Danzas Antiguas estrenó los trajes diseñados y confeccionados por él, con música en vivo interpretada por el conjunto Syntagma Musicum dirigido por Víctor Rondon. No está de más decir que en este programa destaca la participación de Jack Edwards, Sara Vial, Bárbara Uribe, Gregorio Fassler, Jacinta De Castro y el actor Rodolfo Bravo.

Función la Pellegrina en Museo de Bellas Artes bailando Branle de las lavanderas, año 1979 (archivo : Sonia Araus).

Programa cultural de TVN: Taller de danzas antiguas y Syntagma musicum. Arriba: Sara interpretando la pavana Belle qui tiens ma vie. A la izquierda: Parson’s fairewell. (archivo: Julio Aravena y Pedro Sánchez).

Esta relación con sus maestros y colegas extranjeros impulsó la segunda etapa del taller, concentrada en el Renacimiento tardío, aproximadamente entre los años 1981 y 1990. Sara Vial había adquirido en 1979 los tratados italianos Il Ballarino y Nobilità di Dame escritos por Fabritio Caroso y Le Gratie d´amore de Cesare Negri. Así, con un repertorio muy completo, el taller tuvo una intensa agenda de funciones, presentándose en diferentes escenarios del país con espectáculos de gran éxito, principalmente; Le Gratie d´amore (obra antes mencionada), Invitazione a la danza e Il Ballarino y Danzas y madrigales del Renacimiento.

En enero de 1981, Elizabeth Aldrich y Charles Garth participantes de The Court dance company of New York, visitaron el país, para realizar en la Escuela Moderna de Música una presentación de los bailes de pareja más complejos pertenecientes al renacimiento tardío del XVI junto al taller que además, presentó danzas grupales cortesanas y campesinas junto a alumnos que asistieron a un seminario dirigido por Sara Vial y sus invitados. Ese mismo año, Charles y Elizabeth volvieron a Chile para presentar en el Teatro Oriente y otros escenarios, la obra más importante y significativa para Sara Vial, Le Gratie d´amore dirigido por Charles Garth. Esta, fue registrada por Eduardo Tironi en un documental audiovisual realizado en la Viña Santa Rita que además contó con la narración del actor Ramón Núñez y la participación del flautista norteamericano John Tyson. Elizabeth Aldrich considera que es el mejor documental que conoce para mostrar las danzas del s. XVI.

Filmación del documental Le Gratie d´amore en Viña Santa Rita.

Cabe destacar la participación del taller en el Primer Ciclo del Consejo Chileno de la Danza realizado en el Centro Cultural Caja Compensación de los Andes, el año 1983. Ese mismo año, el taller fue invitado a participar por primera vez con seminarios y espectáculos en las Terceras Jornadas Corales de Villarrica; repitiéndose esta hazaña el año 1984 para las Cuartas Jornadas Corales. En esa ocasión, Sara expresó su opinión al respecto en un especial del diario austral:

Villarrica ha organizado la jornada más importante que está funcionando actualmente en Chile en este momento. Encuentro que la descentralización de las actividades artísticas es muy importante; ojalá sigan haciendo y surjan muchas otras ciudades con las mismas inquietudes...2

Dentro del contexto de las jornadas, los bailarines del taller aún recuerdan la función que realizaron en la plaza de Pucón. Hubo un problema con la iluminación y buscando dar la función a toda costa, encendieron los focos de los autos, con lo cual se produjo un efecto mágico entre las luces y el polvo que se levantó producto de los saltos y zapateos. Durante esta época, el taller ensayó en la Iglesia Ortodoxa de Providencia, durante algunos años y posteriormente, en el Café del Cerro, espacio creado por Luz Marmentini para la danza independiente. Posteriormente, el taller comenzó a ensayar en las dependencias del Instituto Cultural de Providencia a partir de 1990 hasta 2001 aproximadamente.

Paralelamente, Sara Vial siguió asistiendo a becas en Estados Unidos y en 1983 viajó a Francia a un seminario con Francine Lancelot, enriqueciendo su investigación y profundización en repertorio de danzas barrocas francesas de carácter teatral. Ese año, realizó la puesta en escena Homenaje a Rameau junto a Maite Daiber en un proyecto que se llamó: Taller la Folía con varias presentaciones en diferentes escenarios, destacando la función en el Teatro Municipal de Santiago en los Conciertos de Mediodía que contó con la locución del actor Héctor Noguera. Además, la función en el Göethe Institut en 1989, que contó con la participación especial del flautista norteamericano John Tyson. Un año antes, la bailarina Patricia Carmona y Sara Vial viajaron a Estados Unidos al Goucher College, donde la maestra Wendy Hilton, la eligió entre numerosos bailarines, para demostrar su interpretación en danzas barrocas.

Maite Daiber interpreta el clavecín y en escena bailan Astrid Ellicker y Jorge Olea.

Función Homenaje a Rameau, año 1983.

La fascinación de Sara por las danzas barrocas, la exigente dificultad técnica y otros factores, dieron inicio a la tercera y última etapa del taller dedicada fuertemente al Barroco. En esta transición, en 1991, hubo un tiempo que había solo mujeres, Sara aprovechó la instancia para experimentar que bailaran vestidas de hombres y experimentaran con libertad las confusiones y locuras propias del Barroco.

En el Goucher College, Sara Vial además, estableció una relación de amistad y trabajo con Marichín Bergallo, directora del conjunto ProMúsica de Rosario. En 1992, viajó junto a la bailarina Magdalena Barros, la clavecinista Maite Daiber y el cellista norteamericano Reinmar Seidler, para realizar una presentación de la Folie d´espagne y una clase magistral en Argentina. En esta búsqueda apasionada, en 1993, se estrenó Danzas cortesanas del 1700 en el Museo de Bellas Artes, gracias a la beca Fundación Andes 1992. Sara y el taller trabajaron con el conjunto de MusicAntigua dirigido por Sergio Candia. En 1994 se realizó el micro programa cultural de canal 13, Visiones dirigido por Jorge López y filmado en el Palacio Cousiño, ocasión en la cual, fueron registradas las danzas reconstruidas del inglés John Weaver, (beca Fundación Andes).

Posteriormente a partir del año 1994, el taller estuvo integrado por Sonia Araus, Daniela Marini, Marcia Escobar y Ana María Vela, quienes junto a Sara, se convirtieron en su equipo de colaboración. En enero de 1997, se estrenó en la sala Fresno del Centro de Extensión PUC, la última obra montada por la maestra, con el Conjunto de MúsicAntigua, Invitación a la danza, que concentró toda su trayectoria. En ese entonces el intenso trabajo de reconstrucción, tenía el objetivo principal de descifrar la mayor cantidad de danzas barrocas de repertorio francés. Paulatinamente, Sara comenzó a dejar de ir a los ensayos delegando en sus cuatro discípulas la continuidad del trabajo, sin imaginar que estaba comenzando su despedida. Así, se realizó un concierto de música y danzas barrocas, Le Parnasse de la danse a cargo de Ana María Vela y Sergio Candia en el Instituto Cultural de Providencia. A fines de 1997 se presentó una obra coreográfica dirigida por Sonia Araus en la sala Arena. Sonia hiló una historia donde había misterio, en torno a dos bailarinas, Daniela Marini en rol de hombre y Ana María Vela en rol femenino, creando una atmósfera más osada.

En la obra Invitación a la Danza. Centro de extención UC, año 1997. Las integrantes Sonia Araus junta a Daniela Marini y Ana María Vela (archivo: Sonia Araus).

Programa Visiones en Palacio Cousiño: Luz Condeza, Ana María Vela, Alejandro Ramos, Pía Donoso y Luz Marmentini 1993.

En 1998, algunas de las bailarinas del taller, participaron de un seminario de danzas barrocas en el Teatro Colón de Buenos Aires dictado por Ana Yepes, contacto que permitió su visita a Chile en 1999. Ese mismo año, se incorporaron al taller, Marcela Retamales, Helga Rasmussen e Isabel Carballo participando en la ópera Dafne de Antonio Caldara. La dirección coreográfica estuvo a cargo de Sonia Araus bajo la supervisión y mirada de Sara. El diseño de vestuario estuvo a cargo de su entrañable amigo Jack Edwards. Luego el 2000, bajo la dirección de Sonia Araus, el Taller participó en la ópera Dido y Eneas de Henry Purcell, que Sara anhelaba verla montada en Chile, alcanzando a ver la función realizada en Bellas Artes, poco antes de fallecer. Jack Edwards como regisseur, estuvo a cargo de la escenografía y vestuario. Ambas óperas fueron dirigidas por Sylvia Soublette.

Con su temprana partida, Sara Vial dejó un vacío en todos nosotros, en los ensayos se sintió una orfandad. Sin embargo, la mejor forma de homenajearla era seguir adelante impulsando su proyecto. Se comenzó a ensayar un tiempo en Balmaceda 1215, Parque Quinta Normal, luego Casa de la Cultura Ñuñoa y finalmente en la sala de La Vitrina. Su fortaleza y gran figura, fue un aliciente para continuar rigurosamente trabajando la técnica y repertorio de danzas barrocas, pero además se continuó el laboratorio de experimentación de la fusión del lenguaje barroco-contemporáneo con un enfoque más audaz y teatral en base a improvisaciones.

Daniela Marini en rol masculino y Ana María Vela en rol femenino (archivo: Ana María Vela).

Sonia Araus y Helga Rasmussen en la función de ópera Dafne, año 1999.

Función de la ópera Dido y Eneas de Henry
Purcell, año 2000 (archivo: Ana María Vela y
Marcia Escobar).

Tras la muerte de Sara, las presentaciones fueron dentro del contexto de diferentes eventos y celebraciones vinculadas a la danza. Entre varias presentaciones y escenarios, en 2001, participó para la Gala de inicio del Día internacional de la danza en el Teatro Municipal de Santiago con la coreografía de Sara Vial Folie d´Espagne. El año 2001 en el Centro Cultural Estación Mapocho para la Feria Nacional de la Danza y en 2002, en la Gala del Día internacional de la danza realizada en el Teatro Municipal de Santiago con la obra Un rincón para el desencuentro, con una trama en torno a las confusiones e intrigas amorosas de la época. Ese año, la compañía fue invitada a participar con la obra Folie d´Espagne de Sara Vial, en el Primer encuentro interrregional de danza, Vientos del Sur, (premio Fondart) que se realizó en el Teatro Municipal de Temuco. Continuando en la búsqueda y experimentación en base a improvisaciones, la Compañía fue ganadora del Fondart 2002 y estrenó la obra Miradas cruzadas el 29 de Mayo de 2003 en el Museo Nacional de Bellas Artes, con dos exitosas temporadas y excelente crítica. Esta obra fue un homenaje a Sara Vial. Constó de tres partes: un documental audiovisual sobre ella, la puesta en escena creada por Sara Folie d´Espagne y la nueva propuesta coreográfica Ciudad de espejos, obra de Sonia Araus. A fines del mismo año, la Compañía fue invitada a participar con Miradas cruzadas del proyecto “Sismo, Chile se mueve con arte” del Consejo nacional de la cultura, con gira al sur del país: Osorno, Frutillar Alto, Corral y Valdivia. En 2004, Sonia Araus obtuvo el premio nacional de las artes Altazor 2004, en la categoría de mejor coreógrafo. La compañía continúo actuando con numerosas presentaciones de la obra Miradas cruzadas y Folie d´Espagne de Sara Vial, cabe destacar la participación en Danza hoy, testimonio creador en Matucana 100, en el VII Festival de la danza de Los Andes y en la 8ª Temporada del Teatro Municipal Temuco en 2005.

Sonia Araus dirigiendo a Helga Rasmussen previo al estreno de Miradas Cruzadas.

En la foto de la izquierda:
(de pie) Marcela Retamales, Ana María Vela y Daniela Marini.
(sentados) Marcia Escobar, Magnus y Helga Rasmussen.

Además, la Compañía participó en otras puestas en escena que fueron creadas para proyectos específicos con música antigua en vivo en diferentes escenarios hasta el año 2005, destacando Imágenes y sonidos del Barroco en el Teatro Municipal de Viña del Mar, dirección Hugo Pirovic. Lamentablemente, por factores de fuerza mayor, principalmente, las faltas de financiamiento; la Compañía se disolvió, sin embargo, hasta la fecha, sus integrantes se han reunido para presentaciones puntuales vinculadas a la música antigua. La última presentación dirigida por Sonia Araus, fue en el Teatro Municipal Temuco en 2013 para el Concierto Festa antiqua del Conjunto Renacimiento de Temuco. El mismo año, Ana María Vela, participó como intérprete en el concierto final bajo la dirección del maestro francés Manuel de Grange, profesor visitante del XVIII programa Escuela internacional en Campus Oriente, PUC.

El Taller de Danzas Antiguas y Sara Vial están presentes en sus bailarines, su testimonio está vivo. Siempre serán recordadas las largas horas de ensayos donde se pasaba tan bien trabajando y buscando la excelencia por amor, por pasión. En el tránsito del ir y venir, los ensayos solían ser visitados por sus antiguos bailarines que se quedaban, conversando, mirando y aportando junto a Sara, para luego compartir un café, o llegando horas antes de cada función, para detalles de costura, peinados y maquillaje, notándose una nostalgia y un cariño entrañable al taller y lo que este representaba. Todas estas experiencias de los intérpretes, algunos que tuvieron que dejar de bailar, o dejar la danza y los que permanecen en ella, inspiraron la necesidad de realizar un cónclave, reunión íntima que concentró a las diferentes generaciones del taller para revivenciar, discutir y compartir desde la memoria corporal, el sello particular de Sara.

Estreno Miradas Cruzadas en el
Museo de Bellas Artes, sala Blanco,
2003 (archivo: Ana Maria Vela).

Concierto Festa antiqua del Conjunto Renacimiento de Temuco: Sonia Araus, Ana María Vela, Magnus y Helga Rasmussen bailando la folie d‘Espagne, año 2013.


  1. Silo, Carmen; Revista del domingo, 15 de Octubre de 1978.
  2. El diario austral, 4ª Jornadas Corales, Villarrica, 8ª muestra cultural mapuche, Villarrica, enero 1984, pg. 2.